viernes, 21 de enero de 2011

Religión chavinense

Principal Centro cultista del Perú antiguo. Dios supremo: Wiracocha.
Trilogía sagrada: Cóndor - Jaguar -Serpiente.
Predominó el culto felínico (Jaguar).
Faceta unificadora (una sola religión para todo el territorio).
El pueblo Chavín fue Politeísta y adoraron a dioses terroríficos.
La religión en Chavín habría tenido influencia selvática ya que sus esculturas muestran seres sobrenaturales, que recogían rasgos felinos como el Jaguar y el Puma, pero también caimanes y serpientes etc. y diversas aves andinas como el águila, cóndor y el halcón. El culto Chavín se estimulo debido al uso técnicas avanzadas de producción agrícola, textil, avances en las la fabricación de grandes redes de pesca, y el descubrimiento de las técnicas de orfebrería con oro y plata, y la metalurgia del cobre. Estos avances económicos condujeron a la construcción de centros ceremoniales y ciudades.
La iconografía de figuras antropomórficas felinas es una característica importante de la civilización Chavín. Todas estas deidades son representadas en las diferentes manifestaciones culturales como en la cerámica, artefactos de metal, textiles y esculturas arquitectónicas. Chavín de Huantar fue un punto central, en particular, para los rituales religiosos. La vestimenta y la música fueron parte de las ceremonias importantes. La religión Chavín tuvo como cabeza principal al sacerdote. En el templo de Chavín de Huantar, hay varios lugares en las habitaciones utilizadas para hacer fuego, con restos de comida, animales, y cerámica, cuya presencia sugiere que el sitio se dedicó a la realización de sacrificios.

La Religión Chavín implicaba la transformación del ser humano a otro a través del uso de sustancias alucinógenas. Muchas esculturas representan la transformación de una cabeza humana a una cabeza de jaguar. El uso de sustancias alucinógenas para fines religiosos era común según los hallazgos arqueológicos encontrados.
Uso de sustancias alucinógenas (drogas): Los sacerdotes Chavín utilizaban el cactus de San Pedro "Ayahuasca", dada sus propiedades alucinógenas, son a menudo representadas en las imágenes talladas, por ejemplo en la imagen de un dios que lleva el cactus en la mano como un palo. Hay imágenes que representan figuras humanas con fugas de mucosidad de la nariz (un efecto secundario resultante de la utilización de esos alucinógenos). La droga contenida en el cactus ponía a los sacerdotes en trance, por lo tanto "más cerca de los dioses", y otros beneficios, que les permitió mejorar su visión (dilatación de las pupilas) y penetrar en las profundidades del templo en la oscuridad absoluta.

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